Hans Asperger nació en 1906 en Austria y se formó en Viena en Medicina General y, con el proyecto de especializarse en pediatría, comenzó su trabajo en la Clínica Pediátrica Universitaria de Viena sintiéndose particularmente atraído por la práctica de la Pedagogía Curativa, que se venía desarrollando en esta institución desde 1918.
Aquí elaboró lo que constituiría su tesis doctoral, publicada en alemán en 1944. En su trabajo original, Asperger describió a cuatro niños con edades comprendidas entre seis y once años que presentaban como característica común una marcada discapacidad por dificultades en la interacción social a pesar de su aparente adecuación cognitiva y verbal e introdujo el concepto de Psicopatía Autista, síndrome de Asperger en la terminología actual.
La Pedagogía Curativa constituye uno de los pilares fundamentales del aporte de este autor. Conceptualmente, se trata de una estrategia terapéutica que integra perfectamente técnicas de educación especial en la práctica médica, sustentado todo ello en el trabajo de un equipo multidisciplinar (médicos, personal de enfermería, educadores y terapeutas). Asperger partía de la premisa de que, a pesar de las importantes dificultades que generaban, estos niños tenían capacidad de adaptación si se les proporcionaba una orientación psicopedagógica adecuada.
Tras la II Guerra Mundial y durante veinte años, Hans Asperger asumió la dirección del departamento de pediatría de la Universidad de Viena. Falleció de forma repentina en 1980 mientras desarrollaba un trabajo clínico activo.
Su investigación quedó relegada por espacio de treinta años hasta que Lorna Wing utilizó el termino Síndrome de Asperger en un trabajo publicado en 1981. A partir de entonces, se ha ido desvelando la importancia de este trastorno tanto por su elevada prevalencia como por la repercusión social que incide en las personas que lo presentan.